Niños hiperactivos: ¿terapia o medicación?
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos han instado a médicos y padres de familia a optar por terapia antes que medicamentos para tratar a los menores con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (ADHD).
“Se ha demostrado que (la terapia) es tan efectiva como el medicamento, pero sin el riesgo de los efectos secundarios”, declaró en conferencia de prensa Anne Schuchat, la subdirectora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Pese a los beneficios de tratar la condición con terapia, el reporte indica que cerca del 75 % de los niños menores de 6 años toman medicamento para controlarla.
“Aún estamos aprendiendo acerca de los potenciales efectos a largo plazo de los medicamentos de ADHD en niños pequeños. Hasta que no sepamos más, la recomendación es que se refiera primero a terapia de comportamiento a los padres de niños menores de seis años antes de prescribir medicamentos”, señaló la funcionaria.
ADHD es considerado un desorden biológico que causa hiperactividad y problemas de atención, que afecta a cerca de 6 millones de niños en Estados Unidos.
Los menores hispanos, entre 5 y 17 años, han sido uno de los grupos que ha experimentado un mayor aumento, con el 83 % entre 2003 y 2011, en comparación con el 43 % experimentado por el resto de los menores en general, de acuerdo con una investigación de la Universidad George Washington.
Asimismo, un informe publicado en el Journal of Pediatrics en junio pasado señaló que los menores hispanos y afroamericanos con ADHD son menos propensos a recibir medicamentos para tratar la condición.
El 70% de los niños hispanos recibieron medicamentos para tratar ADHD entre 2009 y 2010, en comparación con el 78% entre los blancos y el 67 % entre los afroamericanos.
De acuerdo con los CDC, los menores con ADHD muestran un patrón “constante” de falta de atención o hiperactividad impulsiva que interfiere con su desempeño y desarrollo.
Entre los síntomas de falta de atención más comunes está la falta de atención a detalles, tener problemas para concentrarse en las tareas o en los juegos, dificultad para organizar las tareas y actividades y evitar hacer cosas que requieren mucho esfuerzo mental por un periodo largo.
En el caso de la hiperactividad, estos menores tienden a estar en constante movimiento, aún cuando están sentados, dificultad para permanecer en un solo sitio por periodos largos, a menudo habla demasiado o responde antes de escuchar toda la pregunta e interrumpe a la persona que le está hablando.
Noticia publicada originalmente en El Mundo.